"7 Dias Particulares..."

Para muchas personas la Semana Santa es el momento propicio para darse un buen chapuzón en la playa o en el rio, tomar y divertirse. Otros toman el asueto como un tempo favorable para reflexión y recogimiento. Para mi es una semana en la que puedo descansar, divertirme de manera sana y pasar tiempo con los míos, aprovechando las ligeras vacaciones que me dan en la universidad.

Podría definir la pasada Semana Santa como interesante y dinámica, iniciando por el hecho de que mi madre estuvo de cumpleaños el martes 30. Este fue el motivo de que el lunes pasara toda la mañana buscando algo que le agradara para obsequiarle, y de verdad que valió la pena la agotadora caminata de tienda en tienda, pues le encantó el regalo.

El miércoles fue un día despejado, la pase con mi madre y abuela en casa, entre quehaceres y descanso transcurrieron lasa horas hasta que se esfumó el día.

El jueves no fue tan agradable como los días anteriores, pues recibí la noticia de que una señora de mi congregación había fallecido, así que ya entrada la noche, visite la casa de su familia para darle mis condolencias. El lugar estaba lleno de personas, aunque el cadáver no estaba. Ya listo fue trasladado a la Funeraria La Esperanza de San Cristóbal, donde al día siguiente, el viernes, asistimos para darle el último adiós antes de sepultarla.

La noche de ese mismo día, Estuve en la iglesia, compartiendo con mi familia y los hermanos de mi congregación, las bendiciones de Dios, que abundan todo el año, no solo en Semana Santa.

El sábado, a diferencia del viernes, fue un día muy agradable y en el que me sentí muy feliz. La razón es que fue un día de campo el Parque Mirador Norte, con mi novio y las personas de su congregación. Allí almorzamos juntos, caminamos, unos jugaron beisbol, otros dominós y tablero, en fin, la sana diversión y la fraternidad, caracterizaron la actividad.

La noche de ese día, y como cada sábado, asistí a la iglesia con mi familia, donde los jóvenes dirigieron el servicio. Agotada por tan largo y lindo día, mi jornada termino en un profundo sueño.

Faltando 15 minutos para las 9 de la mañana del domingo, ya estaba despierta, aunque aun con sueño, pero las voces de los niños me avisaron que estaba retrasada y debía levantarme a darles la clase bíblica, como cada semana. Luego de la “Escuelita”, como ellos suelen llamarle, me dediqué a la preparación de un flan de coco, en eso transcurrió toda mi mañana. Ya a las 4:00 pm estaba lista, como de costumbre, para el culto dominical.

Como es evidente, en mi semana no asistí a la playa, pues no es mi costumbre, pero pueden estar seguros de que la disfruté mucho. Es que lo más importante es sentirse bien con lo que se hace, y no hacer algo sólo porque así lo designa la tradición. En tranquilidad, paz, armonía familiar, fraternidad y alegría, pasaron siete días de mi vida, que sin lugar a dudas, esta llena de felicidad, gracias a Dios.


Berny Figuereo Neró

DC-4343

Profesor Agustín Cortes Robles









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